Es importante tener claro qué se quiere lograr con la tarjeta de presentación digital y a quién va dirigida para poder adaptar el diseño y el contenido de la misma.
En esta fase se crea el diseño visual y la estructura de la MyDcard. Se trata de crear una experiencia de usuario atractiva y fácil de usar.
El logotipo de la empresa, los colores corporativos, la información de contacto, entre otros detalles relevantes.
Esto se puede hacer a través de correo electrónico, redes sociales, sitio web, entre otros medios digitales.
Medir para poder hacer ajustes y mejoras en caso de ser necesario. Se pueden utilizar herramientas de análisis para conocer el número de visitas, clics, interacciones, entre otros indicadores relevantes.
Durante el tiempo que tengas activa tu tarjeta necesitarás asesoría y seguramente querrás añadir o quitar algo de tu tarjeta y anualmente se cobra una cuota.